domingo, 21 de agosto de 2016

ADIÓS ANA PASTOR.

Esta nueva legislatura, en su corta andadura, ha conseguido ser protagonista de un nuevo ninguneo a nuestro sector en forma de no existencia de ministro al menos en las próximas semanas. Catalá, Ministro de Justicia, asumirá las competencias hasta la formación de un nuevo Gobierno.
La razón de esto es que la hasta hace unos días Ministra de Fomento, ha dejado su cargo para ser la nueva Presidenta del Congreso.
El porqué de dedicarle un post desde Ingeniería Latente es por lo transparente de su gestión, y a transparente no me refiero por limpia y escasa de corrupción, sino por lo irrelevante, difícil de ver.
Dentro de los 4 años que esta médico, política profesional desde 1996, ha sido Ministra de Fomento, la profesión y las infraestructuras no han avanzado, ni mucho menos.
Entre sus dudosos méritos está como su gestión al frente de todo lo relativo al trágico accidente de Angrois (La Coruña), donde un Alvia que descarriló dejó 81 muertos y cuya investigación dejo mucho que desear convirtiéndose en un paripé, que dejó sin respuesta cómo una línea de Alta Velocidad con tramos de trazado discutible, tenía sistemas de seguridad impropios
Como otro gran mérito está el de nombrar a su marido Suárez Costa como presidente de la Autoridad Portuaria de Marín-Ría de Pontevedra, pero esto nos lo tomaremos como un pequeño hecho anecdótico de nepotismo.
Fuera de estos reseñables éxitos, nada. Absolutamente nada. La Ministra no ha sido capaz, y me temo, que no ha mostrado interés, en salvar a la ingeniería de los recortes que vienen de Europa. En 4 años, la gestión de ADIF, quizá la joya de la corona del Ministerio, ha sido un desastre. Las obras del AVE a Galicia están paradas, las de la Variante de Pajares y el acceso a Asturias encalladas, el Corredor del Mediterráneo hibernando y otros tramos como el Valladolid-Burgos fuera de plazo de ejecución y sin resolver tramos conflictivos como la llegada a la capital burgalesa.
Mientras tanto, la ingeniería civil en España se halla en vía muerta. Los profesionales no tienen salidas en el país, las infraestructuras carecen de inversión ni para su ejecución, diseño o conservación. Ni siquiera se ha promulgado otra Norma de Hormigón y la que usamos actualmente está firmada por José Blanco (hecho anecdótico, no digo que haga falta otra norma). No tuvo valentía de buscar esos fondos mediante la Euroviñeta y mucho menos de reordenar el sistema educativo sobrecargado de titulados y con escasa expectativa laboral.
Siempre digo desde aquí que nos falta un Plan Director de Infraestructuras, que haga avanzar los proyectos o al menos algo de acción como nos ofreció Cascos, pero de ahí a ser la responsable de una parálisis de 4 años… ¿Habría que agradecerle su huida hacía un mundo mejor, a un nuevo puesto político, a Rajoy? ¿Será Catalá el Ministro definitivo cuando haya Gobierno? ¿Es tan difícil tomarse en serio la política de Infraestructuras? Adiós Ana Pastor, tanto éxito lleves, como inacción dejas.