lunes, 7 de noviembre de 2016

SUERTE MINISTRO.


Igual que me permití el lujo de desear desde aquí “Buena Suerte” a la anterior Ministra de Fomento, en su nueva misión de Presidenta del Congreso, he de reconocer que en sus primeras intervenciones, no la he visto con un mejor desempeño que en su anterior misión…  me permito el de desearle al nuevo Ministro de Fomento, ex Alcalde de Santander, y ex ejerciente de la profesión en APIA XXI, la mejor de las suertes en su labor.
Además y desde la alegría de corazón que me da esta tribuna, déjeme darle los siguientes consejos…
Huya de los regionalismos. Supongo que a toda persona le gustaría llevar el AVE al pueblo de su madre, intente evitarlo. Priorice el Burgos-Vitoria y su conexión con la “Y Vasca” y la salida a Europa… es de estudiante de primaria, pero eso nos llevará más lejos que enterrar millones de euros en el fondo de saco del AVE a Galicia.
Sea conciliador, escuche a todos. Sea de la región que sea. Sean de los que dominan el mercado, o de los que lo sufren, sean donantes o sufridores, escúchelos, detrás de un profesional hay siempre una opinión labrada desde la experiencia y seguramente desde el sufrimiento de un sector que malvive, en el mejor de los casos.
Atienda a las empresas y sobre todo, a los profesionales expatriados. Hubo una época en que éramos la élite mundial y que no teníamos que ir a miles de kilómetros por la mitad del sueldo del 2006 para demostrarlo. Supongo que allá en la Escuela de Santander se lo contarían.

Intente vertebrar la demanda, para el mayor tiempo posible. Con sensatez y ecuanimidad. Regule el número de ingenieros que salen de las Escuelas, regule, en lo que pueda, la demanda. Mejore la calidad de los mantenimientos y premie los buenos proyectos, aunque no sean de su signo político.
Y si se atreve, consensúe un Plan Director de Infraestructuras. Sólo hay que escuchar y ponerlo en un libro, de tapas duras, con dibujos bonitos. Se llama pacto de Estado, su partido no está acostumbrado, pero es lo que espero de un compañero, que al menos lo intente.
Suerte latente, Ministro.